Es imposible recorrer las calles de Tokio, Japón, sin preguntarse por este gigante de hormigón reconocido a nivel mundial por su magnífica y particular arquitectura. El Hotel Imperial Tokio, ubicado en el centro de esa ciudad, además de ser sumamente atractivo por su estructura presenta un particular pasado que vale la pena conocer.
Si bien fue construido a fines de siglo XIX -más precisamente en 1890-, su formato actual poco tiene que ver con aquel edificio que surgió como propiedad de la familia imperial. En 1923 se realizó su primera reforma de la mano del reconocido arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright. Esta versión, demolida en 1968 tras su gran deterioro, se basó en una estructura alta, piramidal y con un particular motivo maya en sus decoraciones.
Con un rico y nostálgico pasado, hoy el hotel Imperial Tokio es propiedad de Imperial Hotel Ltd., compañía a cargo de los mayores hoteles de lujo japoneses. Con interés de que sus huéspedes disfruten al máximo de sus instalaciones, cuenta con 21 pisos en los que se distribuyen ostentosas habitaciones totalmente equipadas, 17 comedores y salas de estar, un buffet internacional con más de 40 platos, piscinas y salas de conferencias y reuniones.
Además, dispone de una amplia gama de servicios como limpieza de habitaciones, lavandería, conexión a internet e interesantes eventos –como es el caso de cócteles con orquesta en vivo-. Incluso, para quienes que deseen darse el gusto, una de las opciones es pasear en limusina por las calles de la ciudad.
El Hotel Imperial de Tokio puede ser una muy buena opción para aquellos que, sin temerle a exuberantes precios, quieran disfrutar de un lujoso descanso en la capital japonesa.
Para más información o reservas es posible contactarse en su sitio oficial, www.imperialhotel.co.jp.
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