No por nada el casco histórico de Brujas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Sus calles estrechas aún conservan encantadores edificios medievales que le otorgan una singular belleza.
Pero eso no es todo, la Capital de Flandes Occidental nos recuerda a Venecia por sus mágicos canales que serpentean la ciudad. Pequeñas barcas turísticas recorren las aguas de la localidad, que también son atravesadas por puentes que unen las calles de la ciudad.
En un paseo por los canales de Brujas es fundamental detenerse en el Mercado del Pescado de 1821, donde hay restaurantes y artesanos; en la Plaza de los Curtidores, con estatuas y monumentos que hacen honor a su nombre; y en el Muelle del Rosario, uno de los lugares más lindos de la ciudad dado que desde aquí se pueden ver importantes edificios medievales.
Siguiendo el recorrido, uno de los lugares de mayor interés es Groenerei, u “Orilla Verde”, atravesado por los antiguos puentes de Johanele y Caballo.
Si bien el trayecto puede realizarse a pie, la mejor opción es tomar alguna embarcación y contemplar este maravilloso paisaje desde el centro de los canales. Existen varias paradas donde acceder a los botes, que realizan un trayecto de entre 30 y 45 minutos por un precio que ronda los 6€.
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